Dicen que los caminos de la vida son misteriosos, y el nuestro nos demostró que el amor verdadero no solo nace, sino que se construye. Si bien nos conocimos hace más de 25 años, nos volvimos a reencontrar unos pocos años, en un momento en el que nuestras almas buscaban algo más profundo, y fue nuestro camino espiritual el que, poco a poco, entre encuentros y aprendizajes, unió nuestras vidas de una manera que nunca imaginamos.

No todo fue sencillo. Para quienes nos rodean, la idea de lo "socialmente correcto" siempre había sido una prioridad para la familia, por encima del amor. Pero con el tiempo, y gracias a la paciencia, la fe y el apoyo de nuestros seres queridos, juntos demostramos que lo correcto es seguir lo que dicta el corazón.

Cada desafío nos hizo más fuertes, y cada paso nos acercó más el uno al otro. Ahora estamos agradecidos a todos quienes nos han puesto zancadillas en el camino, pues nos han posibilitado fortalecer más nuestro vínculo.

Hoy, después de todo lo vivido, sabemos que nuestro amor está listo para dar otro gran salto, y queremos celebrarlo contigo, que has sido parte de este viaje de alguna forma.